sábado, 21 de mayo de 2016

Pequeño estado de Liechtenstein

Por la Toscana y la Umbría

Siena

El mejor hotel de Belgrado

Consuelo y Pablo en la recepción del hotel

viernes, 20 de mayo de 2016

Mi hermana cuenta

... Los tranvías son más comunes que el metro,los mercadillos y las flores forman parte del día a día. Se desayuna como un Kaiser y se cena como un mendigo. La cerveza que no falte. En Berlín hay los museos más curiosos del mundo, como el de las Ilusiones ópticas.

 
Pilar Alcalde, mi hermana
Florian y Cecilia Buz Alcalde, mi sobrina

martes, 17 de mayo de 2016

Mauthausen, 71 años desde el horror

1945
                                                            2016
Deambulo por el campo de concentración de Mauthausen apesadumbrado y conmovido. En estos escenarios del horror parece no haber pasado el tiempo. Entre las construcciones de este panteón de la locura humana, han enmudecido los gritos, el sufrimiento y la crueldad…, pero todavía son perceptibles.

Parece que las víctimas y los carceleros acaban de marcharse hace un rato, llevándose una estela de olores y agonías. Pero dejando una impronta de dolor, que me atraviesa las entrañas a cada paso que doy y en cada estancia en la que me adentro.

Es triste y a la vez apasionante. Hay que venir hasta aquí a verlo y a sentirlo, a recorrer sus patios, su letal escalera, las calles de piedra gris y sus rincones sombríos. Es necesario. Sirve para reafirmar la convicción de que merece la pena luchar para que nunca nos abandone el sentido de humanidad y contribuir así a frenar los odios, la maldad, la brutalidad…

jueves, 12 de mayo de 2016

martes, 3 de mayo de 2016

Noreste de Albania

Desastres balcánicos (III), 20 años después

Gorazde
Cementerio de Vukovar (Croacia)

Han pasado 20 años desde el fin de la guerra y vuelvo a recorrer aquellos caminos balcánicos que reventaban de odio y de brutalidad por aquel entonces. Viví de cerca el conflicto de los Balcanes, emocional y físicamente, porque en sus imágenes me parecía revivir la guerra fratricida que sufrió España. La imagen ya no es en blanco y negro. La sangre se ve color sangre, aunque es la misma, 60 años después. Son otros idiomas, otras religiones pero, en el fondo, encuentro gentes aquí que, por sus rasgos, por su talante, me hacen recordar a las de mi tierra.

Curiosamente relaciono con los Balcanes las penurias que me contaba mi padre sobre la Guerra Civil española. Establezco conexiones entre estos jóvenes y sus relatos, cuando era un mozalbete, inmerso en un drama que amenazaba con cercenar su juventud y su futuro. Casi puedo imaginarle sumido en estos escenarios que, pasados ya los años, me siguen resultando los mismos de ese conflicto descarnado que viví.

Durante todos mis recorridos balcánicos trato de comprender si el paso del tiempo trae signos de apaciguamiento y reconciliación. ¿Los trae, o es una mera apariencia?, ¿o es tan solo una percepción engañosa?... Recorro las entrañas de Bosnia y Croacia, y Kosovo, y luego Serbia, para seguir haciéndome esa pregunta.

jueves, 7 de enero de 2016

Por el Alentejo

Pousada do Convento de Sâo Joâo, en Évora





 

martes, 15 de diciembre de 2015

Ermitaño en la atalaya del Albaicín

(Elegía para un buen amigo)

Albaicín, Granada. 15 de diciembre de 2015

Nicolás, chirimollero de Motril, hombre lúcido, docto en leyes, gran melómano. No sé si tu genialidad se fue asemejando cada vez más a la locura, o fue al revés. Qué grande eres, pero qué lejos te has ido, mi buen camarada. ¿Quién va a guiar mis pasos ahora por las callejuelas estrechas y empinadas del Albaicín, cada vez que sienta la llamada de mi tierra sureña?, ¿quién pollas me va a deleitar con aquella charla apasionada y llena de sabiduría? Esa socarronería andaluza con la que, a veces, recordabas a mi padre y otras, casi me asustaba la malafollá contenida en tus ocurrencias ¿Y quién va a ser capaz de llevarme en volandas, durante tardes y tardes, de taberna en cantina, las bodegas más genuinas, las más recónditas? Aquellas últimas tascas que todavía quedan en Granada, y que solo un ilustrado en incontables noches de vino y jarana, como tú, era capaz de conocer.

Fantástica ciudad de tantos sueños. No será lo mismo sin ti, que siempre estabas esperando en tu blanca atalaya de horizontes infinitos. Asomado a la baranda del callejón de Los Negros, 10. A dos pasos de la plaza de San Miguel Bajo y del mirador de Quirós. Aquel inolvidable terrao, rodeado de cactus, donde nos hartamos de beber y comer, oteando ensimismados la Alhambra y el ábside de la catedral, enmarcadas en el telón de Sierra Nevada. Vivías allí como un anacoreta, sempiternamente estudiando oposiciones y fumando kilos del mejor hasshisi de Ketama. Que encuentres sosiego allá donde te has ido.

Contigo se me va parte del embrujo cautivador que siempre tuvo Granada para mí.