domingo, 11 de agosto de 2019

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miércoles, 7 de agosto de 2019

El corazón rasgado de la Amazonia

El panorama de la mayor selva del planeta es cada día más sombrío, como muestra este mapa reciente de la Amazonía brasileña. Las heridas la cubren de un extremo a otro, como enormes cicatrices:

Fuente: Opovo online. 07/08/2019  
 
www.opovo.com.br/noticias/brasil/2019/08/06/desmatamento-na-amazonia-em-julho-cresce-278--em-relacao-ao-mesmo-mes-em-2018.html

Extracto de mi cuaderno de ruta en Brasil, hace ahora 30 años:

Recorremos la carretera BR-174 desde hace días. Este ancho y embarrado camino, es uno de los ejes transversales del sistema de rodovías transamazónicas, pistas que intentan surcar de un extremo al otro la cuenca amazónica, abriéndose paso a través de la jungla. Durante largas jornadas, la ruta es un peregrinaje solitario. De tanto en tanto (aprox.cada 50 km), aparece un asentamiento colono o de garimpeiros (buscadores de oro) donde repostar gasolina, comer un plato caliente y guindar la hamaca a cubierto. Ni rastro de los indígenas que un día camparon por estos territorios. Solo cuando la pista surca, como una senda ondulada la espesura de algunas de sus tierras protegidas, la Amazonia muestra por momentos su naturaleza ancestral y se convierte en un túnel forestal de murallas altísimas.


 
Otras veces, a menudo, el recorrido durante centenares interminables de kilómetros, es desolador. Como una herida abierta en la masa de árboles, avanzando con dificultad entre ríos, colinas y toda suerte de obstáculos geográficos, la pista surca el paisaje de un gigantesco campo después de la batalla. Es la imagen fúnebre de la selva deforestada, los árboles talados y calcinados, matorrales apoderándose del terreno abandonado. 

La pista BR-174 atraviesa unos 300 kilómetros de territorio indígena waymiri-atroari. 1989