lunes, 7 de noviembre de 2011

El reino del hashish

 

Uno de mis paisajes preferidos del norte de Marruecos se extiende a lo largo de las zonas más altas de la cordillera del Rif. Ketama es un entorno remoto al que solo se accede por carreteras sinuosas que se van elevando con cada curva.

El clima es fresco, muy agradable, incluso algo frío en invierno, y la gente se muestra hospitalaria. Este territorio seco y montañoso se caracteriza también por ser la mayor zona de cultivo de cannabis. Las parcelas con estas plantas van poblando espacios yermos, a medida que los valles se hacen más intrincados, formando un tapiz de verde que contrasta con la rigidez parda de la tierra.

Mala fama tuvo la región hasta hace pocos años, debido al acoso de algunos vendedores de hashish, que extremaban sus estrategias a la hora de buscar compradores, entre los vehículos que surcan las carreteras, llegando a realizar verdaderos asaltos.

Creo poder decir que las cosas han mejorado poco a poco y, que hoy, hay una actitud más moderada para captar clientes. Al menos, esa es la impresión que he tenido en los recorridos de estos últimos años, a diferencia de algún episodio en el pasado, más propio de una mala película de aventuras.