jueves, 22 de noviembre de 2007

Desastres balcánicos (II), las heridas abiertas de Kosovo


Suroeste de Kosovo

Escribo desde Prizren, una población kosovar de atmósfera otomana, apenas a una veintena de kilómetros de la frontera con Albania. Hoy he llegado aquí con mi pequeño vehículo durante una jornada más de este periplo balcánico. Si ayer descansé disfrutando del animado ambiente cosmopolita de las calles de Skopje, la capital de Macedonia, hoy las huellas de la guerra y de la pobreza son más profundas.

Los convulsos Balcanes, donde las fronteras todavía surgen tras cada colina como muros de odio, y se convierten en triste exponente de la incapacidad del ser humano para convivir fraternalmente.

lunes, 5 de noviembre de 2007