viernes, 15 de mayo de 1998

Misión en Colombia



Montería, Puerto Libertador, Montelíbano, Tierralta, Moñitos, Calarcá, Sincelejo, Pueblo Nuevo y Santa Marta. Cinco años apasionantes.

Mi equipo berraco

Aquí estoy. Atrás han quedado los ajetreos del caótico Congo para, de un salto, aterrizar en este norte colombiano, tan tórrido y lleno de incertidumbres como aquel contexto africano del que provengo. Pero estoy en América Latina y eso me hace sentirme mejor, más identificado con la gente. Con la posibilidad de entender mucho mejor lo que pasa a mi alrededor y, sobretodo, con la fortuna de poder forjar un equipo próximo, de confianza, con el que trabajar codo con codo. En este momento, tan emocionante, del arranque de una nueva aventura en uno más de estos descarnados conflictos que golpean el mundo por uno y otro costado, desconozco por completo que estoy a punto de comenzar una de las aventuras personales y profesionales más apasionantes que viviré nunca.

Mi agradecimiento y mi abrazo a todos y cada uno de los miembros de aquel equpo entrañable, a lo largo de cinco años de gran intensidad.