

La región boliviana de Camiri fue una trampa de barro y arena, en nuestra desesperación por encontrar alguna ruta que nos llevara hasta la frontera de Paraguay. Perdidos por las confusas sendas de arena del bosque del Chaco, acabamos encallados, rodeados de aquella inmensidad de matorrales y árboles espinosos. Allí nos quedamos atrapados, sin saber cómo salir y sin poder reparar las averías que se venían acumulando en las motos. Hasta que, pocos días después, una unidad del ejército boliviano apareció providencialmente para rescatarnos.
¡Quién nos lo iba a decir! Nos salvó el mismo ejército que, veinte años antes —el nueve de octubre de 1967—, había dado muerte, por aquellos lugares, al mítico Ernesto «Che» Guevara. Por cierto que, en su juventud y mucho antes de caer en desgracia, el Che también realizó un largo viaje en moto, recorriendo muchos de los lugares por los que habíamos pasado en nuestra singladura en vespa por Suramérica. Su moto era una Norton, que apodó como «Poderosa II».
«Creemos, y después de este viaje más firmemente que antes, que la división de América en nacionalidades inciertas e ilusorias es completamente ficticia. Constituimos una sola raza mestiza, que desde México hasta el estrecho de Magallanes presenta notables similitudes etnográficas. Por eso, tratando de quitarme toda carga de provincialismo exiguo, brindo por Perú y por América Unida», Ernesto Guevara, Diarios de Motocicleta, 1952.
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El
ejército boliviano a nuestro rescate. Buibe, Bolivia, 1985. |
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Boyuibe |